Queridos amigos y amigas
Seguramente os extrañaréis de que no se cuelgue material en el blog desde hace más de un mes. La razón es que he dejado de formar parte de Podemos. No ha pasado nada grave; ha sido una consecuencia lógica de mi posición respecto a ese proyecto, en el que comencé a participar desde finales de Mayo, tras haber votado en las europeas a la iniciativa Podemos, con la que coincidía y sigo coincidiendo en muchos puntos teóricos y en el argumentario general. Durante todo el verano, Septiembre y parte de Octubre, he seguido activamente participando en el proyecto y trabajando sobre los preborradores y borradores, tanto en el círculo de Patráix como en la comisión de Análisis del círculo de Valencia. He asistido con vosotros a las asambleas y reuniones de coordinación, intercomisiones e intercírculos. He pasado muchas horas de reunión en reunión. He tenido el privilegio de conoceros y trataros y la satisfacción de compartir las ganas de cambiar esta sociedad absurda y pésimamente organizada. ¿Qué podría contaros, sobre este asunto, que vosotras y vosotros no hayáis compartido conmigo?
Según pasaban los días iba viendo cada vez más claro que no veía nada claro mi lugar en el conjunto, valga la redundancia y mi conciencia se iba dando cuenta de que iba a tener que elegir entre ella y Podemos. Me puse como punto de referencia la Asamblea General Constituyente de Octubre y sus resultados, con una prueba definitiva: la aceptación o el rechazo de los borradores enmendados por los círculos. Si el "equipo técnico" era tan grande, democrático e inteligente social, como para admitir las mejoras e incorporarlas, corrigiendo las propuestas originales, bastantes pobres, escasas en argumentos políticos y éticos, como arbitrarias y de compromiso, en el tema organizativo, seguiría en Podemos, de lo contrario, si prevalecía el "pabloiglesismo" a ultranza y se ninguneaban las alternativas enriquecedoras y ciudadanas, desde los círculos, me iría sin más.
Ya está todo dicho. Los resultados, un 80'37% a favor del verticalismo sobre menos de un 20%, a favor de la horizontalidad, han dejado claro para mí a qué tendría que enfrentarme de seguir en Podemos. No me compensa ir de Trotsky por la vida. De verdad. Y lo siento porque os aprecio a todos y a todas. Pero no quiero pertenecer ni servir a un aparato por muy glamouroso, espectacular y triunfador mediático que sea. Mi sentido de la democracia no pasa por renunciar a esa democracia en favor de una muy discutible eficacia, que sin la suficiente base democrática, acabaría indefectiblemente, más pronto que tarde, por ser lo más ineficaz y corrupto que jamás querría tener que soportar.O sea, más de lo mismo.
No tengo nada más que decir, Os deseo lo mejor en todos los sentidos. Y disculpad que no siga gestionando este blog, que nacido de mi propia iniciativa para ser una herramienta provisional de información, participación y debate, como para hacer de puente en un momento puntual de los comienzos, hasta que hubiese medios disponibles para juntarnos on line, -como ahora existen con una abundancia y variedad impresionante- ya no tiene objeto ni sentido,por parte de Podemos, como por parte mía. Ha sido un placer hacer este servicio del que he resultado recompensada con creces por el hecho de haber compartido con gente tan linda y entrañable como vosotros.
Un saludo muy cordial, un abrazo y buena suerte.
Un saludo muy cordial, un abrazo y buena suerte.
Comprendo y apoyo tu decisión.
ResponderEliminarEn tu otro blog, "El cesto de las chufas", en tu escrito "La España de charanga...", no he podido publicar un comentario que aprovecho para dejarte aquí:
Tienes toda la razón, Sol Ruiz. La realidad de "Esto" es tan tremenda que resulta imposible describirla en toda su magnitud, por más que se intente. Según una encuesta reciente, casi un tercio de la población española -esa que lancea cruelmente a los toros, condecora a las vírgenes y sostiene al clero más retrógrado de Europa- cree que el sol gira alrededor de la Tierra.
"Esto", efecivamente y como bien dices, es un Estado de desecho y de pura indefensión (y desesperación, añadiría). ¡Qué horror!
Salud!