Cada vez tengo más claro lo poco que significan estas tracas periódicas, o castillos de artificio, que iluminan por un instante la noche real del panorama político y social de nuestro entorno patrio.
Me
pregunto, lo primero, por la fiabilidad de una encuesta que coloca al
pp como el to much del recolmo votador, estando el panorama de uñas
absolutas con este desgobierno de la ONCE. Y como militante activa de
Podemos, tampoco me arrebata la idea de ser la segunda opción en este
corral de comedias, por delante el psoe y de iu, como tampoco me
arrebataría que Podemos ocupase el primer lugar de ese elenco. La
ciudadanía no necesita caballos de carreras electorales que se
distraigan de lo fundamental, que es crear y afianzar la democracia
ciudadana justa, igualitaria y solidaria, al ritmo que haga falta, mucho
más que ocupar el "poder" que es verdaderamente un obstáculo para que
todo funcione, mucho más que una ayuda. El "poder" es una trampa
saducea, una distracción, para que se desgaste nuestra energía en la
competición y en la avidez, sin tener en cuenta que en esa carrera hacia
la cima se van deshaciendo las bases y los porqués que motivaron la
carrera en sí misma y degradándose los corredores hasta el punto de ser
irreconocibles cuando llegan al podium del triunfo final. Ya nos amenaza
el organizacionismo y el mismo cantar de siempre: "Aceptemos las reglas
injustas y absurdas para poder cambiarlas cuando lleguemos a la meta".
Qué falacia más infumable. Qué mentira más obscena. Eso lo lleva
diciendo la iglesia católica desde siempre. Las mejores opciones
políticas, las mejores intenciones de cualquier especie. Ganemos para
poder hacer lo que queremos. Eso quiere decir que para ganar hay que
derrotar y vencer sobre alguien. No convencer ni educar, ni conseguir
una transformación real e irreversible de la sociedad, que sus mismos
"libertadores" consideran poca cosa. Una masa a la que hay que modelar,
orientar, dar forma según la receta de cada partido, como hacer
rosquillas o buñuelos de viento. "Rueda de masas" bautiza Podemos a los
encuentros virtuales con los líderes. Organigramas en formación y
documentos a tutiplén volando por redes y reuniones circulares. Buscando
eficacia...¿en qué? en politburó tal vez? Pero ¿y los desahuciados? ¿Y
los parados sin subsidio? ¿Y las escuelas públicas en cierre in
crescendo? ¿y todos los pequeño negocios cerrando y cerrando cada día?
No las veo en los documentos. ¿Queremos confluir con tales y cuales
siglas, que persiguen el mismo podium? No. Cada vez más militantes y
simpatizantes de Podemos están menos por la labor de confluir ni de
presentarse a las municipales al precio del mogollón; nos acosan los
perros de caza acostumbrados a ser concejales de cualquier cosa. Nos
acosan los depredadores de ayuntamientos que se ven en la calle en la
próxima ocasión y son capaces de jurar cualquier principio ético que les
pongan por delante si eso va convertirse en el pasaporte a la gloria, a
la fama y a la mordida ensobrada y al cargo vitalicio en el enjuague
institucional del "partido". Nos acosan las viejas guardias rojas a la
desesperada. Pero el alma ciudadana ya está harta de este bodevil
pirañesco. Y tiene claro que lo que toca es ocupar la base que pone las
condiciones a sus representantes y no hacer de felpudo votante una vez
más. Gandhi no necesitó ningún partido para poner a la India en pie de
conciencia. Y derrotaron sin guerra ni "revolución " sangrienta de por
medio, nada menos que todo un imperio británico depredador por
naturaleza.
Organización,
claro que sí. Pero no para adaptarse al lumpen presente, sino para
crear la alternativa en paralelo. Otro Estado. Con legisladores
servidores obedientes a la ciudadanía. Con un poder judicial, elegido
por la ciudadanía y por un poder ejecutivo aprobado por el visto bueno
directo de la ciudadanía. Si las demás fuerzas políticas que desean
confluir aceptan ese reto compartido, genial. Confluiremos; pero si no,
ni siquiera entraremos en la dinámica de las prisas y de los pactos con
calzador, con fuerzas histéricas que en realidad no confluyen, puesto
que sólo desean el poder, para reinstaurar el aparato de sus partidos y
el menosprecio de los ciudadanos, con dictaduras tecnoideológicas, con
juegos sucios y zancadillas, infiltrados, marrullerías, que eliminan la
democracia interna y la sustituyen por la "eficacia" y el "programa" que
sustituye el alma, la mente y el corazón de los individuos que
des-componen los mismos partidos que representan y que al mismo tiempo
los aprisionan en su ratonera oligócrata disfrazada de solidaria,
revolucionaria o pseudo-libertario-flauta.
No
quiero más de lo mismo. Y me temo que no soy yo sola quien lo piensa y
lo dice. Somos millones de españoles que somos mucho más Podemos,
Guanyem, Pah, Mareas, ILPs, Gamonales, nada que ver con el comercio
electoral partidista, sino con la desobediencia pacífica, civil,
legítima y eficaz sin prisas, sin trampas, sin juegos dobles .
Transparente. Que cuenta con el débil porque ha descubierto la fortaleza
del cariño solidario y se va educando en democracia y en diálogo para
fraguar ideas y soluciones, contando con la Ley, claro que sí, siempre
que la Ley está al servicio ético del Bien Común. Si los representantes
de Podemos y los que se han colocado como servidores de grupo, no lo
comprenden, Podemos tomará otra dirección. Y serán ellos los,
conseguidores y enredadores profesionales, sabelotodo frikis de sus
elucubraciones de espaldas a la realidad y de cara al móvil y al Ipad,
quienes se quedarán al margen de algo que obviamente les supera con
creces y les desborda,porque lo que de verdad potencia y organiza es el
espíritu de grupo basado en la fraternidad y la empatía. Podemos no es
un juego de rol. Es la conciencia ciudadana que ha despertado y no
soporta ya otro engaño del mismo calibre pero disfrazado de confluencia
para ganar algo que ya está ganado: el corazón y al alma de los
españoles. La red de apaños no lo parará. Los ciudadanos tienen la
sartén por el mango. Y esta vez, lo saben.
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